Federico Cornejo, Consultor Senior en Seguridad, Salud y Medio Ambiente

Federico Cornejo es un hombre pausado, de humor sutil, que escucha atentamente al otro y piensa unos segundos antes de responder. La disciplina y el trabajo en equipo son valores que están en el centro de su historia de vida.

Federico está convencido, porque así lo demuestran numerosos estudios y su propia experiencia investigando todo tipo de incidentes, de que el elemento más crítico en los accidentes es el factor humano. Se refiere también al diseño y construcción de las instalaciones. “Los factores van desde cómo se diseñó una planta hasta cómo se operó, y también pasan por el tipo de proceso. Por ejemplo, si haces una planta en que tienes trabajo por encima de los 8 metros, debes controlarlo muy bien porque el trabajo en altura es una fuente de riesgo de los que se denominan críticos. De hecho, muchos fallos en el diseño ocasionan accidentes graves”.

Federico vive en Salta, su ciudad natal en el noroeste de Argentina, conocida como Salta La Linda porque conserva su arquitectura colonial. Empezó trabajando en la cordillera como segundo jefe de una operación minera, para Rio Tinto. Antes había estado en el ejército, al que renunció siendo capitán perteneciente al grupo de paracaidistas. Aquí están sus primeras huellas en cultura de seguridad: “en el Ejército le plegamos el paracaídas a otra persona. Yo pliego un paracaídas que no es el que voy a usar. Así que inmediatamente incorporas el espíritu de equipo, basado en la confianza en el otro y en la obligación de preparar el paracaídas como si fuera para ti.”

Su experiencia es larga en el análisis de riesgos y en la investigación de accidentes. “No he planificado procesos de seguridad desde un escritorio, he estado en el campo, trabajando con los equipos.” Federico cree que su primera formación en el terreno le ha permitido desarrollar la capacidad de identificar los riesgos de una operación al poco de conocerla. A ello también contribuye su extendida práctica investigando accidentes. “Nunca hay que buscar culpables, pero siempre hay que remontarse mucho más atrás del suceso mismo. Siempre encontrarás el motivo del accidente atrás: puede estar en el diseño, en un procedimiento o en la falta de apego a las normas de seguridad. Y siempre estará asociado a un error humano de cualquier nivel.”

El antiguo modelo de Seguridad no va más. Ahora la seguridad es tarea de todos

“En minería lo que nos quita el sueño a todos es el accidente mortal que pueda afectar a un trabajador. Perder a alguien en una operación es tremendo. Nadie del equipo se recupera de ello. Repercute en todos los miembros de la compañía”.

Federico explica que en los últimos años se ha producido un cambio de paradigma en el sector de la seguridad. Antes el área de seguridad era responsable de la seguridad de toda una empresa. Actualmente los responsables son cada uno de los trabajadores y supervisores de las áreas operativas. “El responsable de la seguridad ya no es el ingeniero de seguridad, sino el responsable de la tarea, el que está a cargo de diseñar algo. Lo que hace el área de seguridad es apoyar y asesorar a las áreas operativas en la implementación de herramientas y en la detección de riesgos”.

Esto es así, explica Federico, porque se entendió que la seguridad solo mejora cuando es asumida como corresponsabilidad, cuando todos los miembros de una compañía se sienten comprometidos con la seguridad de sí mismos y de todos sus compañeros.

“El trabajador se tiene que convencer de que la seguridad depende de él. Y también de que tiene que cuidar a todos sus compañeros. Cuando logras que un trabajador le señale a un compañero un error de seguridad, es cuando has conseguido implantar una cultura de seguridad. Es lo más difícil, pero hay muchas herramientas que permiten formar y desarrollar este tipo de cultura. Toma tiempo, pero se consigue.”

Federico Cornejo lleva años desarrollando programas que buscan implantar la cultura de seguridad en distintas compañías mineras. En su experiencia, la seguridad basada en el comportamiento es una herramienta muy importante. “El programa Amigo es una de las herramientas que puede usarse. Es un programa de mentoring que acompaña a los trabajadores en todos los procesos desde que entra a una compañía. A través de él se conocen todos los riesgos y controles. Dura entre 14 y 20 días. Lo ideal es que el mentor sea un par. La comunicación es más fluida porque el trabajador se sentirá más libre para hacer preguntas. El trabajador nuevo entra con un sticker o un casco de otro color para que se lo reconozca. Y cuando el mentor lo aprueba después de que ha pasado los test que correspondan, se hace una ceremonia en que se le cambia el casco en señal de que ha pasado a ser un trabajador competente”.

En Santa Barbara, desarrollamos estas herramientas porque son garantía de éxito para instalar una cultura de seguridad. “Lleva mucho trabajo de todas las partes que intervienen pero son herramientas muy efectivas. No solo consigues desarrollar conductas seguras basadas en el conocimiento y control de los riesgos, también se implantan señales de identidad corporativa en un saber compartido y marcado por ritos como las ceremonias de cambio de casco”.
Un aspecto crucial en el trabajo en seguridad, es el papel de los líderes. Santa Barbara tiene que incidir también en el fortalecimiento de la cultura de seguridad en los líderes. “No se puede cultivar una cultura de seguridad sin líderes íntegros, es decir aquellos que hacen lo que dicen. En este aspecto el ejemplo es crítico. No podemos exigir que la gente lleve casco si no lo llevamos nosotros. Vale mucho más ver lo que hacen los líderes, que solo escucharlos.”

En Santa Barbara, Federico ha encontrado compañeros de la minería que disfrutan de trabajar en equipo. “El equipo de SBC tiene un espíritu muy particular: muy colaborador y con un gran sentido de pertenencia”.

Paracaidista, rugbista, fanático del bicicross y experto en Seguridad. ¿Amante del peligro? “Adicto al riesgo controlado”, responde Federico.